Placa y silla Somos #Molaviajeros en Nueva York

Hola Molaviajeros!! Hoy venimos a traeros una historia de lo más especial para nosotros. Hoy venimos a hablaros de ese trocito de corazón que vamos a tener siempre en Nueva York, vivamos donde vivamos y estemos donde estemos en cualquier momento. Entre todos los rascacielos, llueva, nieve o haga calor, Bryant Park siempre tendrá un poquito de nosotros.

La placa de Molaviajeros ¿Cómo comenzó todo?

Pues con una placa como esta 

que dejó una de las seguidoras que más nos apoya siempre, @iruneavenue. Un buen día, en noviembre del 2018, recibimos un vídeo suyo, diciéndonos que había usado nuestro hashtag para la realización de una placa en la que ponía Somos #Molaviajeros, y la escondería junto a la estatua de Andrada en Bryant Park, uno de nuestros lugares favoritos en Nueva York. 

Irune retaba a todos los seguidores de Molaviajar que visitasen Nueva York a hacerse una foto con la placa, subirla a redes y volver a dejarla en su sitio para que el siguiente molaviajero pudiera hacer lo mismo. Tras su foto original, vinieron miles de ellas. Y esto nos dejó alucinados y sin palabras. (Gracias de nuevo Irune!)

La vida de la placa…

Si vivir en Nueva York es difícil, para una placa como esta no iba a ser menos. Vale que no paga alquiler, ni tiene que comer, pero sobre todo coincidiendo con las limpiezas del parque y el cambio de decoración del mismo, la placa ha desaparecido alguna que otra vez. No han faltado los molaviajeros comprometidos que se han propuesto para reponerla, o incluso los que han hecho una réplica de la misma, con toda la ilusión del mundo, para que la historia continuase. Con cada uno de ellos, nos hemos emocionado más y más, pero había que buscar una solución un poco más permanente para la placa y esa solución llegó en forma de silla.

¿Cómo poner una silla en Bryant Park con una placa conmemorativa?

Investigando, se nos ocurrió una idea a Gosi y a mi… Teníamos que poner algo que fuese fijo, que resistiera limpiezas y el clima no siempre agradable de Nueva York, y entonces fue cuando viendo fotos de viajes pasados, dimos en el clavo. Necesitábamos una silla de Bryant Park firmada por nosotros, para que cualquier molaviajero que visitase el parque, pudiera encontrarla, hacerse una foto o simplemente, descansar un rato del viaje en «nuestra compañía». 

No hizo falta investigar mucho para encontrar la manera de hacerlo y el coste de la placa: 150$ en concepto de donativo para el parque. 

Tenéis las instrucciones sobre cómo proceder en la página web de la tienda del parque, justo aquí pero resumiendo: Hay que mandar la orden con un mes de antelación al menos, te aseguran que la silla va a estar en Bryant Park al menos un año. Puedes escribir hasta 4 líneas en la placa, con un máximo de 45 caracteres en cada línea y, muy importante: No se admiten anuncios ni publicidad. 

Nos pareció una idea chulísima, tanto para lo que nosotros queríamos como para por ejemplo, pedir a tu pareja matrimonio. No me digáis que no es una idea romántica?!

Una vez que la silla está preparada para ser expuesta, Bryant Park se pone en contacto contigo para informarte y enviarte una fotografía de cómo ha quedado. Te dan la opción de colocar la silla por ti o bien la guardan durante un mes máximo para ir a buscarla y colocarla tú donde quieras. Nosotros optamos por esta última opción.

La inauguración de la silla o cómo todos los molaviajeros nos dejasteis sin palabras

Sí… El día llegó. Habíamos preparado un viaje a Nueva York con muchísima ilusión porque entre otras cosas, queríamos organizar una quedada con los molaviajeros seguidores que se encontrasen por allí y qué mejor lugar que Bryant Park, y qué mejor momento que ese para inaugurar la silla, no? Decidimos dejarla dentro del parque, detrás de la estatua de Andrada ( donde está la placa), ojalá que permanezca allí mucho tiempo, para que sea fácil de encontrar por todos vosotros. 

El día de la quedada, pensábamos que íbamos a estar poquitos, incluso llevamos alguna camiseta y libro de la costa oeste para regalaros. Cuál fue nuestra sorpresa al ver que nos habíamos quedado muy, pero que muy cortos con los regalos. Casi 200 personas sacasteis un hueco en vuestras agendas para conocernos y nosotros nos quedamos mudos. 

Unos cancelaron excursiones, otros vinieron con las maletas para irse directos al aeropuerto, otros desde Boston, a otros no les dejaba pasar la policía porque éramos ya demasiados en el lugar de la quedada… Nos dejasteis mudos y con lágrimas de emoción en los ojos. Vamos, que no existen palabras en el mundo para expresar la enorme gratitud que sentimos con vosotros, Molaviajeros. Así que nos vamos a conformar con deciros, en mayúsculas:

GRACIAS. SOMOS #MOLAVIAJEROS