¡Hola molaviajer@s! La cerradura de la Orden de Malta es uno de esos lugares que hacen que te enamores todavía más de Roma. ¿Quién iba a pensar que mirar por el ojo de una cerradura podría convertirse en una de las experiencias más mágicas de tu viaje? Pues así es, y os lo vamos a contar todo para que no os perdáis este rincón tan especial de la ciudad eterna.
Hemos organizado este post con todo lo que necesitáis saber sobre la famosa cerradura del Aventino: cómo llegar, qué veréis (spoiler: os va a encantar), la historia detrás y algunos consejos prácticos para que vuestra visita sea perfecta. Al final del artículo, además, encontraréis un mapa para que localicéis el lugar sin perderos.
Índice de Contenidos
¿Qué es la cerradura de Roma?
La cerradura de la Orden de Malta es, literalmente, el ojo de la cerradura de una puerta verde que se encuentra en la Piazza dei Cavalieri di Malta, en la colina del Aventino. Detrás de esa puerta está el jardín de la Villa del Priorato de Malta, la sede de la Soberana Orden Militar de Malta, y aunque el jardín no se puede visitar (una pena, lo sé), la cerradura tiene un truco genial.
Cuando os agacháis y miráis por ese agujerito, aparece ante vuestros ojos una de las vistas más perfectas de Roma: la cúpula de San Pedro enmarcada por un túnel de vegetación que parece diseñado a propósito. Y lo mejor de todo… ¡es gratis! Sí, una de las mejores cosas que hacer en Roma no cuesta ni un euro.
¿Por qué es tan especial esta cerradura?
Aparte de la vista que os acabamos de contar, hay algo en este lugar que lo hace único. Ver a la gente hacer cola, agacharse, guiñar un ojo y después levantarse con una sonrisa de oreja a oreja es un espectáculo en sí mismo. Es bonito ver cómo algo tan sencillo como mirar por una cerradura puede sorprender y emocionar a personas de todo el mundo.
Esta cerradura es uno de esos secretos que Roma guarda con cariño. No está en las guías principales, no hay carteles enormes anunciándola, pero los que la conocen saben que es imprescindible. Es el típico plan que hacer en Roma que te hace sentir como un auténtico descubridor de tesoros escondidos.
Y otra cosa que nos encanta: la reacción de la gente. Nadie sale decepcionado. Todos sonríen. Todos quieren sacar la foto perfecta (aunque os adelantamos que fotografiar lo que se ve por la cerradura no es fácil). Es uno de esos momentos que te quedas guardado en la memoria y que siempre recuerdas con cariño.
La vista perfecta: tres países en uno
Aquí viene una de las curiosidades que hace todavía más especial este lugar: al mirar por la cerradura, estás viendo tres países a la vez. Sí, sí, como lo leéis.
- Italia – Porque estás en Roma, en territorio italiano.
- Ciudad del Vaticano – Lo que ves al fondo es la cúpula de la Basílica de San Pedro, que está en el Vaticano.
- La Soberana Orden de Malta – La puerta y el jardín pertenecen a este país soberano (sí, es un país reconocido internacionalmente, aunque sin territorio físico más allá de esta villa y otra en Malta).
Es como hacer un miniviaje por tres países sin moverte del sitio. Seguramente esto se pueda hacer desde algún otro punto del mundo, pero… ¿hacerlo a través de una cerradura? Eso solo pasa en Roma.
Cómo llegar a la cerradura del Aventino
Llegar hasta la cerradura de Roma es súper fácil, y de paso podéis conocer una de las zonas más bonitas y tranquilas de la ciudad: la colina del Aventino. Os dejamos dos opciones para llegar:
Opción 1: Desde Circo Máximo (la más fácil)
Tomad el metro línea B y bajaos en la parada Circo Massimo. Desde allí, solo tenéis que caminar unos 10-15 minutos cuesta arriba. Pasaréis por el Roseto Comunale (el jardín de las rosas, que en primavera es una maravilla) y llegaréis directamente a la Piazza dei Cavalieri di Malta.
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Opción 2: Desde Testaccio
Si venís desde el barrio de Testaccio, podéis subir al Aventino desde la zona de Ostiense. Es una caminata un poco más larga pero igual de bonita, y de paso conocéis uno de los barrios más auténticos de Roma.
En ambos casos, la subida merece la pena. El Aventino es una de las siete colinas de Roma y está lleno de rincones encantadores que seguro queréis fotografiar.
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Mejor hora para visitar la cerradura
Aquí va un consejo de oro: id temprano o al atardecer. ¿Por qué? Porque este lugar se ha hecho súper famoso en los últimos años y la cola puede ser considerable, especialmente en temporada alta (primavera y verano).
Si vais a primera hora de la mañana (tipo 8-9 de la mañana), tendréis el lugar prácticamente para vosotros solos. Podréis tomar vuestra foto con calma, disfrutar de la vista sin prisa y explorar la zona tranquilamente.
Al atardecer también tiene su magia. La luz dorada hace que la vista sea todavía más espectacular, aunque es probable que haya más gente. Eso sí, tened paciencia y respetad el turno de los demás. Todo el mundo quiere su momento con la cerradura.
Una cosa importante: la cerradura está en un espacio público, así que se puede visitar gratis las 24 horas del día. Algunos viajeros aventureros incluso van de noche, cuando la cúpula de San Pedro está iluminada. Dicen que la vista es mágica, aunque nosotros no lo hemos probado todavía.
Qué más ver cerca de la cerradura de Roma
Ya que habéis subido hasta el Aventino (y la subida tiene su cosa), aprovechad para conocer otros lugares igual de bonitos que están a un paso:
1) Jardín de los Naranjos (Giardino degli Aranci)
A menos de 5 minutos andando de la cerradura está el Parco Savello, más conocido como el Jardín de los Naranjos. Es uno de los lugares más románticos de Roma, con unas vistas espectaculares de la ciudad. Perfecto para sentarse en un banco, respirar y disfrutar del momento. Y si vais en primavera, el aroma de los naranjos en flor es increíble.
2) Basílica de Santa Sabina
Justo al lado del Jardín de los Naranjos está la Basílica de Santa Sabina, una de las iglesias paleocristianas mejor conservadas de Roma. Es preciosa por dentro y, lo mejor de todo, suele estar vacía. Un remanso de paz en medio del turismo romano.
3) Circo Máximo
Si bajáis por donde habéis subido, pasaréis junto al Circo Máximo, donde se celebraban las carreras de cuadrigas en la antigua Roma. Hoy es un gran espacio verde donde los romanos salen a correr y pasear. Vale la pena echar un vistazo, aunque sea de lejos.
4) Testaccio
Bajando hacia el otro lado del Aventino llegáis a Testaccio, uno de los barrios más auténticos de Roma. Aquí podéis probar la verdadera comida romana en trattorias locales, visitar el Mercado de Testaccio (un mercado de toda la vida) o incluso conocer el monte Testaccio, una colina artificial hecha de restos de ánforas romanas. Sí, en serio.
Consejos para tu visita
Os dejamos algunos tips prácticos para que vuestra visita a la cerradura sea perfecta:
- Llevad calzado cómodo. La subida al Aventino no es muy dura, pero son unos 10-15 minutos de cuesta. Nada que no podáis hacer con unas zapatillas normales.
- No os frustréis si no conseguís la foto perfecta. Fotografiar lo que se ve por la cerradura es complicado. La cámara del móvil no siempre capta bien la profundidad y la luz. Disfrutad del momento con vuestros propios ojos y, si sale la foto, genial. Si no, guardaos el recuerdo.
- Sed respetuosos con la cola. Todo el mundo quiere su momento. Tomad vuestra foto y dejad paso a los siguientes. No es plan de monopolizar la cerradura durante 10 minutos.
- Combinadlo con otras visitas. El Aventino está un poco apartado del centro turístico, así que aprovechad para hacer una ruta completa: cerradura + Jardín de los Naranjos + Testaccio. Le sacaréis mucho más partido a la visita.
- Si podéis, id entre semana. Los fines de semana hay más gente, especialmente los domingos cuando las familias romanas salen a pasear.
Bueno Molaviajer@s, esperamos que este post sobre la cerradura de Roma os haya servido de ayuda. Es uno de esos lugares que no os podéis perder en vuestro viaje a la ciudad eterna. Ya sabéis que cualquier duda podéis escribirnos a través del formulario y os echamos una mano de manera gratuita.
¡Hola! Somos Adri y Gosi y, tras varios años viajando por el mundo decidimos dejar nuestras carreras profesionales para dedicarnos por completo a grabar, fotografiar y contar nuestras aventuras a través de este blog, nuestro canal de Youtube, redes sociales y, también, de nuestra propia editorial de viajes, en la que encontraréis muchos de estos destinos en su versión impresa.
