Molaviajer@s, hoy os llevamos a una de las áreas más hermosas del centro histórico romano, la Plaza Navona y sus alrededores. Durante este recorrido admiréis obras maestras de grandes artistas, palacios e iglesias romanas con una arquitectura espléndida, mientras conocéis tres de los rioni que conforman parte del centro histórico romano: Ponte, Parione y Sant’Eustachio. Este paseo es para disfrutarlo con calma, parando en cada tienda y librería de barrio, saboreando a cada paso la esencia de Roma. ¡Disfrutadlo!
Índice de Contenidos
- 1 Mapa con los imprescindibles de la ruta por Plaza Navona y alrededores
- 2 Iglesia de San Luis de los Franceses y Sant’Ivo alla Sapienza
- 3 Plaza Navona, el Palacio Braschi y el Pasquino
- 4 Las calles imprescindibles: Via del Goberno Vecchio y Via dei Coronari
- 5 Iglesias llenas de arte, una librería única y un antiguo estadio romano
- 6 Una terraza con vistas, arte e historia en cada lugar
Antes de nada, ten a mano este mapa, te será útil y tiene todos los puntos de la ruta a pie:
Iglesia de San Luis de los Franceses y Sant’Ivo alla Sapienza
El itinerario comienza con dos templos romanos imperdibles, los cuales, no os dejarán indiferentes. La iglesia de San Luis de los Franceses posee una fachada discreta en comparación con su interior, donde está el mayor atractivo turístico de esta iglesia. Hablamos de las tres pinturas del Ciclo de San Mateo en la Capilla Contarelli, realizadas por Michelangelo Merisi da Caravaggio. Estas obras revolucionaron el arte no solo por el uso dramático que hace el artista del claroscuro, sino también porque Caravaggio rompió con la idealización renacentista, mostrando santos como personas reales, con emociones, suciedad y humanidad.

Si aún no habéis desayunado, antes de llegar a la siguiente parada debéis hacer una pausa en la cafetería Sant’Eustachio. Id a la caja, elegid uno de los tantos cafés especiales que ofrecen y tomadlo en la barra, ¡como auténticos italianos! También podéis tomarlo en la terraza sentados, pero tened en cuenta que el precio del café o desayuno se incrementará mucho.


Tras la pausa, le toca el turno a Sant’Ivo alla Sapienza, una de las obras maestras de Borromini. Su cúpula en espiral parece una ilusión óptica, y aunque pocos turistas la conocen, su arquitectura es única en el mundo. La iglesia solo abre los domingos, pero si no os coincide en domingo os recomendamos acercaros al menos a ver su fachada y patio interior, ¡merece mucho la pena!


La siguiente parada no necesita presentaciones, hablamos de la majestuosa Plaza Navona, un gran salón lleno de luz, color y vivacidad. Seguro que habéis oído hablar de ella en más de una ocasión, pero quizás no sepáis que está construida sobre el antiguo Estadio de Domiciano (siglo I d.C.), el cual tenía capacidad para unos 30.000 espectadores. Podréis ver las entrañas del estadio al final de esta ruta,
La plaza actual tiene una peculiar forma ovalada, la cual permitió que, durante los veranos entre los siglos XVII y XIX, se inundara para que la nobleza pudiera refrescarse y divertirse navegando en pequeñas barcas. ¡Los fines de semana en aquella época debían ser de lo más divertidos!


La Plaza Navona de Roma ha servido de escenario para varias películas, incluyendo Ángeles y Demonios y La Gran Belleza. En su interior destacan las tres maravillosas fuentes, los numerosos edificios monumentales, la Iglesia de Santa Inés en Agonía y su particular vidilla. Mención especial al Palacio Braschi, un particular edificio que alberga el Museo de Roma, especialmente recomendado para quienes aman la historia y quieren profundizar en la de la ciudad.


Por último, salid de la plaza y dirigíos a la siguiente parada, os encontraréis con la figura del Pasquino, una de las estatuas parlantes de Roma. Es probablemente la mas importante, la cual en su día sirvió a los romanos para manifestarse contra la clase política.


Las calles imprescindibles: Via del Goberno Vecchio y Via dei Coronari
Si hay dos calles que enamoran en la capital, esas son Via del Governo Vecchio y Via dei Coronari. Así que lo mejor es dirigirse hacia ellas, no sin antes hacer una parada en la librería Pub Altroquando, que a partir de las 16:00 horas pasa de ser un negocio de barrio a un pub con musica en directo de lo mas animado y cercano.
Volviendo a las calles, la Via del Governo Vecchio destaca por sus numerosas tiendas de artesanos, negocios vintage, restaurantes tradicionales con cocina típica romana y sus rincones llenos de belleza. Os recomendamos hacer una parada en los locales que más os inspiren, sin perderse alguna parada obligatoria: Two Sizes, para comer el mejor tiramisú de la ciudad (palabra de italiano jejej), Mimì e Cocò, para probar una pasta típica romana y Frigidarium, para saborear un helado artesanal exquisito.


Prosiguiendo hacia Via dei Coronari os toparéis con dos lugares destacables: el primero es el Palazzo del Banco di Santo Spirito, que fue una de las primeras instituciones financieras modernas de Europa, fundada en 1605 por el Papa Paulo V. En su interior hay un hermoso patio con arcos y columnas, típico del Renacimiento, pero no suele estar abierto al público salvo en eventos especiales o visitas institucionales. Si os coincide, ¡no dudéis en entrar!
El segundo lugar es el Arco dei Banchi, un pequeño y bonito pasadizo que conserva una de las lapidas más antiguas de Roma que muestran las antiguas crecidas del río Tíber.


Siguiendo con el recorrido, llegaréis a la preciosa Via dei Coronari, donde os espera una calle adoquinada con un montón de rincones llenos de enredaderas, algunas galerías de arte, varios anticuarios y algunos locales para comer sencillo, rico y típico a muy buen precio: Pasta Imperiale, Il Pastaio di Rioma, Rosamunda’s o I suppli dei Coronari entre otros.


Iglesias llenas de arte, una librería única y un antiguo estadio romano
Continuamos con el Claustro de Bramante, el cual fue diseñado por Donato Bramante, uno de los arquitectos más influyentes del Renacimiento. Además, este fue uno de sus primeros trabajos en Roma, antes de que fuera llamado a trabajar en la Basílica de San Pedro. El diseño del claustro marcó el inicio del Renacimiento romano clásico, con simetría, columnas dóricas y proporciones matemáticas perfectas. En el bar que hay en la planta superior, que además es de los más bonitos de la capital, podréis ver el famoso fresco de «Las Sibilas».


La pared fue pintada en 1514 por Rafael y es una de las tantas obras de arte que se pueden admirar en la Ciudad Eterna de manera completamente gratis. Se encuentra en la Iglesia de Santa Maria de la Paz, la cual está ubicada anexa al claustro.
La iglesia tiene una historia curiosa, y es que según la leyenda, en 1480 una imagen de la Virgen en una antigua pared sangró, lo que fue interpretado como un milagro. Tanto es así que el Papa Sixto IV ordenó construir la iglesia sobre ese lugar, el cual antes era una pequeña capilla llamada Sant’Andrea de Acquaricariis. Poned especial atención a su fachada cóncava, obra de Pietro da Cortona.


Y a pocos pasos os encontraréis con la Iglesia de Santa Maria del Alma, que a diferencia de la mayoría de las iglesias renacentistas o barrocas de la ciudad, Santa Maria dell’Anima fue construida en estilo gótico tardío nórdico, con bóvedas de crucería y una fachada bastante sobria. En su interior se encuentra el monumento funerario del Papa Adriano VI, el único papa holandés de la historia, que murió en 1523.


Tras disfrutar de tanto arte, dirigíos a la Antica Librería Cascianelli. El local fue originalmente una sartoria eclesiástica hasta que en 1909 la familia Cascianelli la transformó en una librería. ¡Pero no una cualquiera! Basta con poner un pie en ella para darse cuenta de que es un lugar especial. El interior conserva gran parte del mobiliario original, tiene una decoración rara y fuera de lo común, además de una puerta oculta tras una estantería, que abre paso a pasajes secretos y a un pequeño salón azul.


Proseguid seguidamente hacia el que un día fue el imponente Estadio de Domiciano. Aunque hoy no se ve a simple vista, este sitio guarda siglos de historia, arte, arquitectura e incluso misterios. Construido en el año 86 d.C. por orden del emperador Domiciano, fue el primer estadio de piedra en Roma puesto que los anteriores eran de madera. Su estructura es similar a la de un circo, pero fue usada exclusivamente para competiciones atléticas, no para gladiadores.
Muy interesante saber que tras el colapso del Imperio Romano, el estadio cayó en desuso y quedó enterrado bajo nuevas construcciones. La Piazza Navona se desarrolló sobre sus cimientos, y solo en excavaciones modernas se reveló parte de la estructura original.


Una terraza con vistas, arte e historia en cada lugar
Tras visitar el Estadio de Domiciano cruzar la calle para hacer una parada en una de los tantos rooftop que ofrece la capital y admirar una de las vistas más especiales sobre los tejados de Roma. La terraza se encuentra en la última planta del Hotel Antica Dimora delle Cinque Lune, en la Via Giuseppe Zanardelli, 23, y desde aquí podréis admirar la cúpula de San Pedro, el Panteón, los tejados y monumentos del centro histórico. Tened en cuenta que abre desde las 17:00 para aperitivos al atardecer, hasta las 23:00 con opción de cena o menú degustación.


Tras esta parada de total disfrute, no podéis perderos dos monumentos que se encuentran pegados: la biblioteca Angelica y la Basílica de Sant’Agostino in Campo Marzio. La primera, es un lugar único, que sorprendentemente está aún muy lejos del turismo masivo, ya que pocas personas la conocen. Fue fundada en 1604 por el obispo agustino Angelo Rocca, siendo una de las primeras bibliotecas públicas de Europa. Preservó numerosos libros vetados, incluidos textos polémicos de Galileo, Bruno, Machiavelli o Kant. De ella destaca el l impresionante Salón Vanvitelliano, que te traslada al pasado con solo una mirada. ¡Fascinante!
La segunda, la Basílica de Sant’Agostino in Campo Marzio, posee un interior que es una autentica joya. Fue construida entre 1479 y 1483, fue una de las primeras iglesias en Roma que usó piedra extraída nada menos que del Coliseo, algo común en la época. Dentro encontrareis autenticas obras de arte, además de un rico interior decorado. El órgano original, aunque restaurado varias veces, es de 1700, y durante ciertas festividades religiosas se ofrecen misas con música barroca en vivo, una experiencia muy especial.


Nos acercamos al final de este itinerario, no sin antes hacer una parada en dos museos especiales de la Ciudad Eterna. En primer lugar, el Palazzo Altemps, sede del Museo Nacional Romano. La fachada parece sobria desde la calle, pero el interior tiene un elegante patio renacentista con logias de doble piso, columnas antiguas y frescos delicados. Dentro contiene esculturas antiguas de algunas de las colecciones privadas más importantes del Renacimiento y Barroco, como la Colección Mattei, la Colección Ludovisi y la Colección Altemps.


En segundo lugar, os espera el Palacio Primoli, donde os recomendamos conocer el Museo Napoleónico. Fue fundado en 1927 cuando el conde Giuseppe Primoli, descendiente directo de la familia Bonaparte por línea materna, donó su colección privada y el propio palacio al Ayuntamiento de Roma. El recorrido se organiza como si pasearas por una mansión familiar del siglo XIX, por lo que no es un museo convencional y podréis ver el mobiliario, retratos y objetos dispuestos para contar la historia íntima de los Bonaparte.


Llegamos al final de este intenso recorrido por el centro histórico, no sin antes recomendaros el Puente Umberto I, el broche de oro perfecto para un itinerario tan especial. El puente conecta directamente el imponente Palacio de Justicia con la zona de Piazza Navona y el Vaticano, así que se podría decir que une la justicia con la fe.
Desde el centro del puente tenéis una de las mejores vistas directas de la cúpula de San Pedro, enmarcada simétricamente por el puente Sant’Angelo a la izquierda. ¡Es un lugar icónico para fotos!


Esperamos que este recorrido por la Plaza Navona y sus alrededores os haya gustado tanto como a nosotros, puesto que es una de las zonas que más disfrutamos de la ciudad, con miles de cosas para ver en Roma. Como siempre, estamos a vuestra disposición para resolver cualquier duda que os surja, por mail o WhatsApp. Mientras tanto, ¡Hasta la próxima!


Somos Eli y Michi, una pareja ítalo-española experta en viajes por Italia. Vivimos en el país y llevamos años recorriéndolo de norte a sur, con especial pasión por Roma, nuestra ciudad en el mundo, a la que hemos vuelto infinidad de veces y conocemos como la palma de nuestra mano.
En nuestro blog y redes sociales compartimos información práctica, consejos locales y recomendaciones honestas para que descubráis el país como un verdadero italiano. Además, diseñamos viajes completamente a medida, pensados al detalle según los gustos, tiempos e intereses de cada viajero, para que viváis Italia de forma única y auténtica. También somos los autores de la guía de Roma de Molaviajar.