¡Hola Molaviajer@s! Hoy os proponemos un itinerario por otra parte del centro histórico de Roma, un lugar imperdible que todo viajero debería recorrer. En esta ruta encontraréis de todo: calles con encanto, palacios, iglesias impresionantes, plazas llenas de vida y varios locales que harán las delicias de los más golosos. ¿Preparados seguir descubriendo Roma?
Índice de Contenidos
- 1 Mapa con todos los puntos de esta ruta por los alrededores de Campo de’Fiori
- 2 Dos iglesias impresionantes, un museo imperdible y una biblioteca única
- 3 Una pausa gastronómica exquisita, un rincón secreto y un palacio con varios secretos
- 4 Campo de’ Fiori, un pasadizo secreto y una calle llena de vida
- 5 Galería Spada, una plaza importante y una calle encantadora
- 6 El escondido Oratorio del Gonfalone y el Puente Vittorio Emanuele II
Mapa con todos los puntos de esta ruta por los alrededores de Campo de’Fiori
¿No queréis perderos detalle de esta ruta? Aquí podéis ver todos los puntos imprescindibles de Campo de’Fiori y alrededores:
Dos iglesias impresionantes, un museo imperdible y una biblioteca única
Este viaje comienza en la basílica de Sant’Andrea della Valle, la cual llamará vuestra atención por sus imponentes dimensiones. Su cúpula, construida por Maderno, es una de las más alta de Roma. Fue decorada por Giovanni Lanfranco en 1627, con un espectacular fresco de la Gloria del Paraíso y es uno de los elementos que más destacan. .Su interior, al igual que sus dimensiones, también impresiona, gracias a su decoración.
La iglesia alberga los monumentos funerarios de los Papas Pío II y Pío III, trasladados desde la antigua Basílica de San Pedro en 1614 y pertenecientes a la familia Piccolomini.


Tras quedar boquiabiertos con este majestuoso templo, os recomendamos visitar el Museo «Welcome to Rome», para vivir una experiencia que os sumergirá en más de 2.700 años de historia romana, permitiéndoos ver cómo, desde un pequeño poblado, Roma se transforma en la gran metrópoli que conocemos hoy. Podréis ver algunas maquetas semovientes, como la del Foro de Augusto, los Foros Imperiales, el Mausoleo de Adriano y la Basílica de San Pedro, que cobran vida permitiéndoos entender la evolución arquitectónica de la ciudad.


Tras hacer una inmersión en la historia de Roma, os espera la Iglesia de Santa Maria in Vallicella, una joya del arte barroco romano. En su altar mayor se encuentra la Madonna della Vallicella, a quien está dedicado el templo.
Una curiosidad que vale la pena conocer es que el fresco medieval del altar comenzó a sangrar tras el impacto de un proyectil, lo que lo convirtió en objeto de culto.
Pedro Pablo Rubens integró este fresco en una majestuosa obra sobre pizarra y lo cubrió con una placa de cobre pintada por él mismo. Gracias a un ingenioso sistema de poleas, la imagen se revela mecánicamente durante celebraciones importantes, como la fiesta de San Filippo Neri, con quien esta iglesia guarda una estrecha relación.
El interior del templo tiene una decoración esplendida, con frescos, estucos dorados, columnas talladas… y por si fuera poco, Rubens también pintó otras dos obras, ubicadas en loa laterales sobre pizarra que representan a San Gregorio Magno, Papia y Mauro (izquierda) y a Santa Flavia Domitilla, Nereo y Aquileo.


Proseguid hacia la Biblioteca Vallicelliana, una gran desconocida en la ciudad, a pesar de ser un lugar único y lleno de belleza. Fue fundada en 1565 por los Padres Oratorianos según la regla de acompañar las comidas con lectura y discusión de textos religiosos. La joya de la biblioteca es el Salón Borromini, inaugurado en 1644, una sala rectangular luminosa con techo de casetones estucados, 16 ventanas y un gran balcón. ¡No dejéis ni una sola esquina sin admirar!
La biblioteca conserva unos 130 000 volúmenes, incluyendo manuscritos incunables, grabados, música y fotos antiguas. Un verdadero museo escondido.


Una pausa gastronómica exquisita, un rincón secreto y un palacio con varios secretos
Es probable que os haya entrado hambre tras admirar tanta belleza, así que nada mejor que una pausa para poder disfrutar de la gastronomía romana. Os sugerimos la Gelatería Sweet Life para disfrutar de un buen helado italiano, además de la amabilidad de su dueño, tienen muchísimos sabores entre los que elegir, ¡y lo mismo ocurre con los conos!


Otra buena recomendación es Forno Monteforte, que sirve para una pausa para café, tomar un buen desayuno, almorzar o comer algo ligero, como un bocadillo por ejemplo. Y si os apetece comer una buena pasta fresca artesanal, no dudéis en dirigiros al Pastificio il Maccarone, ubicado solo unos pasos adelante.


Continuando por la misma calle, fijaros en el número 19, pues tenéis que girar para entrar en el siguiente punto de la ruta, el Arco degli Acetari. Al traspasar el pequeño arco se accede a un pintoresco patio, con casitas medievales, balcones repletos de flores y escaleras exteriores típicas de la época.


Después de encandilaros con este hermoso cortile romano, proseguid hacia el Palacio della Cancelleria, que está considerado el primer palacio erigido desde sus cimientos en estilo renacentista romano.
Podéis visitar su famoso Salón de Cien Días, donde se encuentra un gran fresco que Giorgio Vasari realizó en sólo 100 días. Merece la pena visitarlo, pero tened en cuenta que es necesario reservar con al menos un mes de antelación. Las visitas se pueden hacer los martes por la tarde y los sábados por la mañana. El precio de la entrada es de 7 euros. Para hacer la reserva es necesario contactar por telefono al numero +390669893405. Podéis consultar la web del museo aquí.
Además del hermoso interior, os recomendamos la muestra permanente de Leonardo Da Vinci, especialmente si viajáis con niños. Es una exposición que ofrece recreaciones a tamaño real y totalmente funcionales de unas 65 máquinas inventadas por el genio. Aquí, además, es posible ver el antiguo canal del Euripo, un estanque con restos romanos y el sepulcro de Aulo Irzio,
Si os apetece, también podéis explorar la antigua Basílica paleocristiana de San Lorenzo in Damaso, que está escondida en el interior del palacio.


Campo de’ Fiori, un pasadizo secreto y una calle llena de vida
Llegamos a la atracción principal del itinerario, Campo de’ Fiori. Como curiosidad sabed que, a diferencia de casi todas las plazas romanas, Campo de’ Fiori no tiene ninguna iglesia, lo que la hace única. No es lo único que la convierte en un lugar peculiar, ya que en la Edad Media y el Renacimiento fue escenario de ejecuciones públicas. La más famosa fue la del filósofo Giordano Bruno, quemado vivo en 1600 por la Inquisición por herejía, a quien está dedicada la estatua del medio de la plaza.
Campo de’ Fiori se convirtió en un importante mercado al aire libre de Roma a partir del siglo XVII. Hoy en día, sigue albergando un mercado diario con frutas, verduras, especias, flores… y también productos turísticos.


Y a pocos pasos de la famosa plaza está el Passetto del Biscione, un pasadizo que era parte del Teatro de Pompeyo, construido en el siglo I a.C., y servía como vía de acceso desde la cávea hasta el exterior. El hermoso paso cayó en abandono durante décadas, olvidado y sucio, hasta que en 2014 se llevó a cabo una importante restauración, llevandolo de vuelta a su máximo esplendor.


Con tanto paseo y monumento es posible que os haya entrado hambre. Si es así, no dejéis pasar la oportunidad de `probar una de las tantas delicias del horno Roscioli, un local antiguo que propone pizzas, focaccias, galletas y otras delicias típicas italianas de gran calidad. ¡No os arrepentiréis, ¡incluso aunque os toque hacer cola!


Y con la barriga llena y las pilas bien cargadas podéis seguir para recorrer la Via dei Giubbonari, que es una de las calles más animadas para comprar, con tiendas de moda local, cafés, galerías contemporáneas. En esta calle llama mucho la atención Largo dei Librari, una de las plazas más pequeñas de Roma, de forma alargada e irregular y con la pintoresca Iglesia de Santa Barbara dei Librari al fondo.


Galería Spada, una plaza importante y una calle encantadora
La siguiente parada es la Galleria Spada, una galería privada del siglo XVII en donde se exponen numerosas obras de artistas de gran nivel, como Guercino, Tiziano, Caravaggio, Rubens o Parmigianino entre otros. Aunque sin duda, el mayor atractivo es su Galería Prospettica, diseñada en 1653 por Francesco Borromini. El artista jugó con las perspectivas y aunque la galeía mide menos de 9 metros, parece tener 35 metros de longitud, gracias al piso ascendente, techo descendente y columnas que se van acortando. ¡Ver para creer!


Seguidamente, seguid hacia Plaza Farnese, en donde destacan el palacio homónimo, y las dos fuentes simétricas de los lados de la plaza, provenientes de las Termas de Caracalla. El palacio, al que sin duda merece hacer una visita guiada para ver su interior, fue apodado como el «Dado» renacentista, a causa de su volumétrica uniformidad y equilibrio. El palacio fue considerado una de las cuatro maravillas de Roma. Si queréis visitarlo por dentro, considerad que se hacen visitas guiadas en inglés y podéis reservar con antelación en la web del palacio.


Prosiguiendo por uno de los lados de la plaza, llegaréis hasta la siguiente parada, la encantadora Via Giulia. Fue una de las primeras grandes calles rectilíneas de la Roma renacentista, diseñada para conectar el Vaticano con el Capitolio y convertirse en eje económico y administrativo de la ciudad. Efectivamente está repleta de grandes palacios aristocráticos, oratorios, iglesias de fraternidades y elegantes residencias renacentistas.
Si deseáis escapar del turismo masivo y encontrar un pedacito de autenticidad, no podéis saltaros este punto.


El escondido Oratorio del Gonfalone y el Puente Vittorio Emanuele II
Nos acercamos al final de la ruta, pero no sin antes pasar por el Oratorio del Gonfalone, recientemente restaurado y abierto al publico, deslumbra a todo aquel que lo visita. Y es que, el oratorio es un magnífico ejemplo arquitectónico que mezcla elementos renacentistas y barrocos, con un interior muy decorado que refleja el fervor religioso de la época. ¡Una autentica alegria para la vista!
Además, el oratorio es un lugar destacado para la música clásica y la música antigua. A lo largo del año, alberga una temporada de conciertos conocida como I Concerti del Gonfalone, que ofrece una variedad de eventos musicales en su impresionante entorno histórico. Para conocer su calendario, reservar entradas y asistir a uno de sus eventos, os recomendamos consultar su web. Y para hacer una visita guiada, podéis contactar directamente con ellos a través del apartado de contacto de la web, indicando vuestras fechas e información para hacer una visita guiada. El coste es de 15 euros.


Como no podría ser de otra manera, os recomendamos finalizar la ruta en el hermoso puente Vittorio Emanuele II, que fue construido entre 1886 y 1911, durante el reinado de Víctor Manuel II. Es de estilo neoclásico y está compuerto por cuatro grandes arcos de piedra. El puente ha aparecido en varias películas italianas y es que, desde aquí es posible admirar unas vistas privilegiadas del Castillo de Sant’Angelo.


La ruta de Campo de’Fiori ha llegado a su fin, esperamos que la disfrutéis tanto como lo hacemos nosotros. Recordad que, como siempre, estamos a vuestra disposición, tanto por mail como por WhatsApp, para poder resolver cualquier duda sobre el itinerario de vuestra visita a Roma,


Somos Eli y Michi, una pareja ítalo-española experta en viajes por Italia. Vivimos en el país y llevamos años recorriéndolo de norte a sur, con especial pasión por Roma, nuestra ciudad en el mundo, a la que hemos vuelto infinidad de veces y conocemos como la palma de nuestra mano.
En nuestro blog y redes sociales compartimos información práctica, consejos locales y recomendaciones honestas para que descubráis el país como un verdadero italiano. Además, diseñamos viajes completamente a medida, pensados al detalle según los gustos, tiempos e intereses de cada viajero, para que viváis Italia de forma única y auténtica. También somos los autores de la guía de Roma de Molaviajar.