Jorge Sanchez

Jorge Sanchez
Un continente: Asia
Un país: India
Una ciudad: Santiago de Compostela (España)
Una época para viajar: cualquier época es buena
Solo o acompañado: solo pero abierto a viajar acompañado con alguien que conozca a lo largo del mismo viaje
Un libro para el camino: Los siete viajes de Sindbad el Marino
Entrevista:
-¿Cuántos países o territorios has visitado y cuánto tiempo has dedicado a ello?
Ya he visitado la totalidad de los países registrados en las Naciones Unidas (194 actualmente) y numerosos territorios. Ello me ha tomado 30 años netos de mi vida.
-Después de todo esto, ¿todavía consideras que no has viajado lo suficiente, como escribes en tu Advertencia benévola?
El mundo es grande; nunca se conocen bien todos los países. Si, por ejemplo, deseas dedicar un solo día a cada una de las islas de Indonesia, tardarías en ello ¡40 años!
San Agustín dijo: “el mundo es un libro y quien no ha viajado solo ha leído una de sus páginas”. Pues bien, yo considero que me encuentro en el epílogo de ese libro y aun me quedan unos 10 años más de viajes para considerarme un conocedor del planeta Tierra.
-¿Ha cambiado tu forma de viajar desde los años mozos hasta ahora?
Viajo con el mismo entusiasmo juvenil, pero ahora ya no practico tanto el autostop como antes (hoy en día es más difícil y peligroso) y suelo tomar el autobús o el tren, pero sigo durmiendo en playas o en parques, y comiendo en mercadillos locales.
-Tras leer tu currículum viajero da la impresión de que tus recorridos por el mundo han tenido mucho que ver con los recorridos por tu interior. ¿Estoy equivocada?
En mis viajes siempre trato de visitar algún monasterio (no importa de qué religión) y pasar en él una temporada para aprender sobre el sentido de la vida. El motivo de mis viajes es aprender sobre el mundo en general y sobre la existencia del hombre en particular, aunque también me intereso por la historia y por visitar lugares de gran belleza natural.
-En tu camino no te has limitado a ser un mero turista. ¿Has contabilizado las veces que has estado a punto de perder la vida?
No las he contabilizado pero han sido al menos diez, entre recibir bombas de aviones rusos e ingleses, disparos en países en guerra, como Nicaragua (en tiempos sandinistas) y El Salvador, contraer el paludismo en países africanos con la falta de la más elemental higiene, o casi morirme de hambre en cárceles donde no te dan de comer.
-¿Cuál es recuerdas como tu mejor experiencia, la que nunca te cansas de contar?
Los nacimientos de mis tres hijas. Ser padre es algo maravilloso.
-¿Por qué te condenaron a cinco años de prisión en Afganistán y cómo conseguiste librarte de ella?
Por haber entrado en el país por una frontera sin controlar por el Gobierno afgano, la de Beluchistán, en tiempos de guerra. Me condenaron a 5 años de privación de libertad, pero al cabo de cuatro meses me libró el Gobierno Español.
-¿Por qué te expulsaron de Colombia?
Por haber entrado por una frontera prohibida, en los alrededores de Mitú, Amazonas, tras 3 meses de viajar entre junglas lindando Brasil, Venezuela y Colombia. A veces no sabía en qué país me encontraba pues las fronteras no están bien definidas.
-Con la Justicia de Georgia tienes otra curiosa historia. ¿Podrías resumírnosla?
En Batumi, Georgia, me enviaron a mi mazmorra un negociador para que, mediante 2000 euros, poder comprar mi libertad a un juez corrupto, cosa que hice y finalmente fui liberado. El negociador fue honrado y el juez, tras cobrar, cumplió su palabra. La razón por mi encarcelamiento fue el haber penetrado en la prohibida república de Abkhazia.
-¿Hay algo que te frene para visitar algún rincón del mundo?
El dinero. Cada vez me cuesta más encontrar trabajos ocasionales para ganar lo suficiente y emprender un nuevo viaje.